jueves, 26 de enero de 2017

Partes de una hoja



Etimológicamente, hoja proviene del latín “folium”, de allí que cada hoja o pieza de papel escrita, también reciba el nombre de folio (además de ser una hoja) cuando se las numera para su contralor, por ejemplo en documentos, como expedientes tribunalicios o libros de comercio.

En este sentido, llámase hoja, a un papel que sirve para escribir, dibujar o hacer cuentas, que puede estar suelta o unida a otras en cuadernos, carpetas o libros. Pueden ser lisas, rayadas o cuadriculadas, en papel o láminas finas, o cartulina. Cuando su material es de acero y carbono, recubierto de estaño, recibe el nombre de hojalata, de gran utilidad industrial.


En las armas blancas y herramientas cortantes, se denomina hoja, a la cuchilla; y en las aberturas, como puertas y ventanas, la parte que sirve a los fines de la apertura o cierre; y además se dice que son hojas, cada una de las capas finas en que la masa se divide, como ocurre en el hojaldre.

En Botánica, la hoja es un órgano de la planta, que brota a los laterales del tallo o ramas, cuya forma es laminar; en general de color verde, y su función principal es la fotosíntesis. Las hojas propiamente dichas reciben la denominación de nomófilos, en las cuales se diferencian tres partes: la vaina que es la porción más o menos ancha de la hoja, que de algún modo abraza al tallo; el pecíolo, que es un cabito que une la vaina al limbo; y el limbo, que es la parte laminar, que presenta dos caras, la superior y la inferior, y tres regiones: base, ápices y bordes. Los pétalos que conforman una flor también suelen ser llamados, hojas.